Ordenaciones Sacerdotales

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Jorge Alberto Mora González LC

“Si tú quieres, puedes salvarme”

Unas misiones me bastaron para hacer una experiencia de la verdadera alegría. A los 20 años dentro de mis planes estaba todo… menos ser sacerdote. Mis amigos me llamaban “Happy”. La experiencia de la alegría había sido siempre parte de mi vida y aunque siempre me he considerado una persona bastante alegre, en esos momentos tenía una gran crisis de vacío y es por eso que decidí ir a misiones.

Esa semana santa del 2009 siempre la recordaré, pues experimenté la alegría de la sencillez, el contentarse con lo esencial y el saber disfrutar la vida como viene (incluyendo a Dios en tus planes). En una de las casas que visité, encontré una señora que me hizo una pregunta que me paralizó: “¿Eres seminarista?”.

Aunque la respuesta fue un “no” seco y sincero, era también cierto que jamás me había hecho la pregunta. “¿Quizá podría ser sacerdote?” pensé. Nada me lo impedía. La pregunta me acompañó después de aquellas misiones junto a otros signos que fui percibiendo durante las semanas y meses siguientes.

Después de esas misiones, el pensamiento de poder experimentar toda mi vida una alegría como la que había vivido en misiones se hizo cada vez más fuerte. Pero no sabía por dónde empezar a responder a la inquietud.

Tuve la bendición de tener algunas personas cercanas que fueron capaces de intuir los signos que me estaban pasando, y me ayudaron a ponerme en contacto con un sacerdote legionario. Gracias a estos apoyos pude ir a un retiro en el que le dije a Dios que estaría dispuesto a ser lo que El quería. Bastaba que El me lo hiciera ver.

En el retiro una frase del Evangelio me golpeó: “Si tu quieres, puedes”. Es una palabra que una persona enferma de lepra dirige a Jesús. Aquél “Si tu quieres, puedes curarme” me ayudó a entender que al final la vocación era una respuesta de amor a uno que se ponía delante de tu vida y tenía el poder de salvarte.

Ese mismo año, después de un discernimiento super rápido entré al candidatado. Para mi era importante saber pronto qué era lo que Dios quería de mí. Mi experiencia fue que en el seminario encontré a los verdaderos “happy”, la verdadera alegría, es decir, los seminaristas me mostraron con su sencillez y autenticidad un estilo de vida evangélico que me impacto y pensé: “Si yo fuera sacerdote quisiera ser un sacerdote santo, Un sacerdote legionario”

Sinceramente creo que es difícil resumir en pocas líneas todo el camino, todas las gracias, bendiciones, momentos de cruz e incertidumbres que ha conllevado esta respuesta. Sólo puedo decir que encontré la verdadera alegría. No una alegría que es una conquista personal, sino una que es un fruto, un don del Espíritu Santo.

Desde ese 2009 hasta ahora estoy buscando vivir acorde a aquel pensamiento que Dios me dio y poder renovar constantemente la experiencia de la verdadera alegría en la entrega a los demás como legionario de Cristo. Te pido tus oraciones para poder ser un instrumento, como cristiano y sacerdote, de la alegría que da Dios a tu vida.

Biografía:

El P. Jorge Alberto Mora González, nació en Mexicali, B.C. México el 28 de septiembre de 1988. Es el mayor de tres hijos. Se considera una persona bastante cercana a su familia, y una persona alegre. Entró a la Legión de Cristo en el 2009. Hizo su noviciado en Bad Münstereifel, Alemania; curso las Humanidades clásicas en Cheshire, Connecticut (USA); Realizó sus estudios de filosofía y teología en Roma, Italia; Vivió su periodo de prácticas apostólicas en la pastoral juvenil y vocacional en Centro América; Actualmente reside en la comunidad de Padua, Italia, siendo el director de la sección de jóvenes y auxiliar de la promoción vocacional del territorio.

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