Testimonios
Algunos de los recién ordenados nos comparten algunas experiencias y cómo ha sido su camino vocacional.
Hace 15 años, en junio del 2007, salí de mi casa a los 20 años con una inquietud en el corazón: —¿Dios me quiere realmente como misionero? — Estaba, en aquel momento, siguiendo mi corazón en lugar de mi razón…
En mi vocación no hay cosas raras, no hubo voces que me hablaran, ni apariciones de la Virgen, no. Dios fue llevando todo en mi vida de una manera muy normal y natural, casi sin darme cuenta...
Unas misiones me bastaron para hacer una experiencia de la verdadera alegría. A los 20 años dentro de mis planes estaba todo… menos ser sacerdote...
Narro mi llegada a este mundo, porque el paso del tiempo me ha hecho descubrir que Dios llama porque él quiere, mi llamada no es fruto de ningún mérito, es amor gratuito de Dios...
Recuerdo una oración en la capilla del seminario de los legionarios de Cristo en Roma, tenía 14 años, arrodillado en la capilla y le dije a Jesús: “Señor, quizás yo también algún día estaré aquí como uno de ellos”.
Après quelques mois de diaconat au Brésil, dans notre École apostolique (petit séminaire), je suis progressivement entré dans la réalité du ministère sacerdotal au service du Christ et de son Église.
À Mexico, je vis dans une communauté composée de dix religieux, dont huit prêtres. Le premier aspect du sacerdoce que je commence à découvrir, c’est donc la joie de faire partie du presbyterium.
“I am my beloved’s, and my beloved is mine” (Song of Songs 6:3). This phrase sums up my life and my hopes for the future. I was born and raised the second of ten children in Minnesota...
In the summer of 2009, I flew up to Connecticut to visit the novitiate. I had just finished my freshman year, and had resolved to give God three months of my life in order to discern the priesthood...
En mi corazón palpitan dos ideas concretas que iluminan el caminar de mi vocación legionaria. La primera es la ilusión de vivir mi vida junto a Cristo. La segunda es el deseo de llevar un alma al Cielo...
Si tuviera que elegir una imagen para describir mi camino vocacional sería la que él mismo Jesús usó: como una semilla de mostaza, que siendo la más pequeña de todas, se convierte en un árbol frondoso.
My vocation isn’t something that happened in my life, or something external added on to who I am. As I look back now, I see that everything that happened to me was leading up to me joining the Legion of Christ...
En méditant sur la prière de consécration de l’ordination diaconale, une parole a résonné dans mon cœur : « Qu’ils soient animés d’une charité sincère, qu’ils prennent soin des malades et des pauvres »
Plus de huit mois se sont déjà écoulés depuis le jour de l’ordination diaconale. C’est passé très vite ! Tant de choses nouvelles à découvrir et à apprendre tous les jours...
